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Mi experiencia en YogaOne Miraflores Zaragoza.

Actualizado: 27 feb 2022


“La cruda realidad del Fitness”

El éxito de una franquicia de la industria del fitness no depende exclusivamente de la empresa franquiciante, depende también de la gestión franquiciado o dueño de la franquicia.


En el caso de YogaOne by DIR, podemos hablar de una empresa franquiciante excelente con unos valores excelentes y excepcionales, una imagen corporativa impecable que los refleja a la perfección, un equipo humano de trabajo impecable, formado, preparado y altamente experimentado y cualificado al servicio de los centros franquiciados. Para que estos puedan ofrecer a sus alumnos la mejor experiencia.


Aún así, en el mundo del fitness, todo esto, no es garantía de éxito, el mundo del fitness es mucho mas complicado y complejo. Y si el franquiciado o dueño de la franquicia deja su negocio en manos de su mujer, de su secretaria de toda la vida o de un familiar o amigo, que no tiene conocimientos, ni formación, ni experiencia en el ámbito del fitness, y que encima no se deja asesorar ni aconsejar por los expertos. El fracaso está garantizado a corto o a largo plazo. Con todo mi dolor, os diré, que esto es lo que ocurre en YogaOne Miraflores, en Zaragoza actualmente, un precioso centro apoyado por el mejor equipo humano franquiciante, que podría haber sido un caso de éxito y que de no cambiar el rumbo de su coordinación seguramente terminará en fracaso.


No señores, a veces con tener dinero para invertir y ganas de trabajar no es suficiente para sacar adelante una franquicia por muy exitosa que sea la cadena franquiciante a la que pertenece. El mundo del fitness no funciona así, en el mundo del fitness no basta con saber un poco de gestión y de números, en el mundo del fitness: “para mandar primero hay que saber hacer”. Hay que saber valorar el talento de los instructores y sacar su máximo potencial, hay que atender y escuchar a los socios, para porder crecer junto a ellos y darles el mejor servicio.


Llevo 20 años trabajando en este sector, y algunos mas como alumna y socia de centros, aprendiendo, trabajando duro e intentando dar lo mejor de mi misma cada día, intentando ser humilde y luchando porque se respete, se valore y se reconozca nuestro trabajo. Ya hace tiempo, y todavía mas a estas alturas, me niego a tener que rendirle cuentas a una persona sin experiencia, sin formación y sin conocimientos de la materia, quien sabe dios como, ha llegado a conseguir un puesto de coordinación en un prestigioso centro franquiciado de yoga, al cual acude una vez al mes.


A veces tener valores, y actuar de acuerdo a ellos, nos lleva a perder puestos de trabajo, dinero, simpatizantes y amigos... Pero son esos valores los que diferencian a un profesional del fitness de un titulado de fin de semana que trabaja 2 h a la semana por hobby, sin importarle el dinero que gana, ya que no vive de ello, sin importarle si sus alumnos están recibiendo un servicio de calidad o si el centro en el que trabaja, realmente funciona en base a los valores y ofrece la calidad que debería.


Queremos que nos dejen de ver como ocio y nos reconozcan como salud, no? Pues habrá que empezar a profesionalizar, y dejar de jugar a los puestos asignados a dedo, entre otras cosas, no?



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